Dos personas transportando cajas con ayuda alimentaria que hacen parte de los kits entregados a los habitantes de la vereda Rancho Quemado, a cuatro horas de Segovia
Dos personas transportando cajas con ayuda alimentaria que hacen parte de los kits entregados a los habitantes de la vereda Rancho Quemado, a cuatro horas de Segovia
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EFE

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“Llevábamos dos meses confinados”, dicen familias desplazadas por grupos armados

Defensoría dice que hay confinamiento en varias regiones.

Nuevos enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC por el control territorial de zonas rurales del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, que dejaron al menos 16 personas muertas en combate, ha provocado el desplazamiento masivo de comunidades", que han tenido que buscar refugio en zonas seguras y "confinamiento", según esta autoridad local.

"El 30 de agosto comenzaron unos combates", relató a EFE el personero de la localidad de Puerto Rendón, Óscar Vanegas, quien comentó que el ELN, que controla las zonas urbanas, intentó "entrar a la montaña" donde dominan las disidencias.

En los últimos días la calma ha vuelto y las comunidades están haciendo un balance de las afectaciones, pero el personero habla de "16 personas muertas en los combates".

El domingo, las disidencias de las FARC publicaron un video en el que aparecían rodeados de al menos cinco heridos, algunos visiblemente graves: "Tenemos una emergencia de unos heridos, por eso le pedimos a la Cruz Roja Internacional (CICR) y a una comisión del Gobierno si es posible que nos presten el servicio para auxiliarlos porque no estamos en las condiciones porque son heridos graves".

El CICR confirmó que han realizado "la evacuación de personas heridas en combate" en una "operación humanitaria y confidencial", siguiendo el Derecho Internacional Humanitario (DIH) que dicta que "todas las personas fuera de combate, incluyendo las personas heridas, deben ser protegidas" y por ello se debe brindar "atención médica a todas las personas sin distinción".

Entrega de ayuda alimentaria que hace parte de los kits para los habitantes de la vereda Rancho Quemado, a cuatro horas de Segovia

Nuevo pico de violencia

Se trata de un nuevo pico de violencia en una zona donde desde enero del año pasado estos dos grupos viven enfrentados por el control territorial, en una zona donde la presencia estatal es casi nula.

Desde entonces, según el personero de Puerto Rendón, ya van "más de 300/400 personas asesinadas desde enero del año pasado", además de desplazamientos y múltiples amenazas a líderes sociales.

Arauca, ubicado en la frontera con Venezuela, es el principal fortín del ELN, que tiene en vigor un cese al fuego bilateral con el Gobierno pero no con otros grupos, y allí también operan disidencias de las FARC.

Confinamiento

Por su lado, la Defensoría del Pueblo dijo hoy en un comunicado que las confrontaciones armadas entre grupos ilegales agravan la situación de orden público en Arauca.

 En esa dirección explicó que por cuenta de combates entre el ELN y una facción disidente de las FARC, los habitantes del caserío Siberia 1, jurisdicción de Tame, están con "restricciones a la movilidad, limitaciones al acceso a la educación y actividades tradicionales, tienen desabastecimiento de alimentos, están sin energía eléctrica, no tienen agua potable".

Además, la Defensoría añadió que una misión humanitaria constató daños en viviendas y que los "combates tienen inmerso en un ambiente de permanente temor y zozobra a los habitantes del sector. Hay cuerpos sin vida de combatientes cuyo proceso de levantamiento está en manos de las autoridades".

La misión, de la que hicieron parte la Misión de Verificación de la ONU, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Iglesia católica, constató daños en viviendas y bienes y encontró artefactos sin explotar, que la fuerza pública adelanta el proceso de desactivación.

En Antioquia

Un total de 282 familias del municipio de Segovia, perteneciente al departamento de Antioquia (noroeste), fueron atendidas por la Unidad para las Víctimas con el objetivo de "garantizar su subsistencia" ante la disputa violenta de varios grupos armados en la zona, informó este lunes esa entidad en un comunicado.

"Entre los campesinos e indígenas de Segovia persiste el temor por los enfrentamientos armados, las restricciones a la movilidad, las minas antipersona y las amenazas que los mantienen sin poder regresar a sus veredas y confinados en un resguardo", señaló el comunicado.

Ante este conflicto, la Unidad para las Víctimas llegó hasta la vereda Rancho Quemado, a cuatro horas de Segovia, para ayudar con 20 toneladas de víveres, artículos de albergue y alimentos a unas familias que sufren "las pérdidas de cosechas y animales que quedaron solos en las fincas", indicó el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Jagua, William Uribe Rodríguez.

En una zona remota del municipio de Segovia, en el resguardo Tagual La-Pó, también perteneciente a Antioquia, 521 indígenas recibieron ayuda humanitaria de esta entidad gubernamental.

“Ya casi no teníamos alimentos porque llevamos dos meses confinados por los grupos armados y no podemos salir a la pesca ni de cacería", lamentó Rafael, beneficiado por estas ayudas.

No obstante, y en palabras del gobernador Emiro Gutiérrez, los habitantes no tienen pensado abandonar sus casas y quieren defender su territorio.

Entre enero y agosto de 2023 ya han sido atendidas con ayuda humanitaria por parte de la Unidad para las Víctimas 14.341 familias (37.943 personas) desplazadas o confinadas por la violencia.

EFE